En el susurro de la brisa,
un río canta su dolor,
donde el sollozo se desliza,
bajo el cálido destello del amor.
La selva abraza historias,
bajo sombras y claros destellos,
cada hoja guarda memorias,
en el eco de sueños bellos.
Fugacidad de momentos,
como la luz que se esfuma,
cada rayo, un sentimiento,
en la noche que nos abruma.
El murmullo del agua corre,
susurra secretos en la eternidad,
mientras danzan sombras que adoren
la belleza de la fragilidad.
Por caminos de hojas verdes,
caminamos sin rumbo,
donde el alma nunca muerde,
y el amor siempre es profundo.
Y aunque el tiempo se disuelva,
como el rocío al amanecer,
en la selva nuestra entrega,
siempre brillará, jamás va a perecer.
Río de sollozo, baile en la selva,
un destello eterno en la fugacidad.
Deja que el latido que se eleva,
nos envuelva en su suavidad.
Así cerramos este viaje,
con el eco de nuestra canción,
y en el rincón de nuestro paisaje,
resuena el amor en cada corazón.
Latin
Río, sollozo, destello, selva, fugacidad