En la orilla baila el viento,
susurros de un amor que no se va,
el sabor de la sal en mi piel,
un refugio en tu mirada fugaz.
Bajo el cielo ardiente y claro,
un volcán de pasiones por erupcionar,
nuestras almas son fuego y aire,
un reflejo de lo que puede estar.
Cantando juntos al atardecer,
los ecos de risas, el suave vaivén,
una melodía que nunca se apaga,
en el rincón donde todo es amor.
Explorando caminos de fuego,
con el ritmo de un tango en mi ser,
cada paso entre sombras y luces,
es un verso que quiero escribir.
Juntos navegamos la tempestad,
frente a olas que intentan llegar,
pero el calor de nuestras voces,
siempre logra el silencio reinar.
Deja que el viento nos lleve,
a un horizonte que espera brillar,
mi corazón en cada latido,
es un reflejo de nuestra verdad.
Así, entre estrellas y sueños,
te prometo jamás olvidar,
que en este viaje tan fugaz,
el amor como un volcán siempre brillará.
En cada susurro del viento,
canto fuerte mi eterna lealtad,
pues en cada gota de sal,
hay un destino que nunca se irá.
Latin
Viento, sal, fugaz, volcán, reflejo