En el alba suave, un brillo escondido,
la sombra de un lamento empieza a florecer,
como el ámbar en el cielo dorado,
las memorias danzan, como el sol a nacer.
Las flores susurran secretos antiguos,
en cada suspiro, ecos de un ayer,
los vientos traen voces de lo perdido,
marcando el camino que quiero recorrer.
Y en esta pradera, la vida resplandece,
cada rayo trae historias de pasión,
el eco de risas, el ritmo de sueños,
colores vibrantes que encienden mi razón.
Bailaremos juntos, bajo un manto estrellado,
mientras las sombras se disipan ya,
el tiempo no pesa, al ritmo del canto,
el amanecer trae su luz a brillar.
Así, al final de este viaje tan dulce,
cuando el sol despierte, entendí mi verdad,
que en cada latido, en cada susurro,
hay belleza en la sombra, hay vida en el amar.
Y en esta pradera donde el alba se asoma,
cada lágrima es risa, cada pena es canción,
pues el ámbar del tiempo se vuelve esperanza,
y el lamento se convierte en pura inspiración.
Así canta el viento, así danza el alma,
en la luz del amanecer todo se sanará,
porque en esta pradera, el amor es eterno,
halla paz en lo oscuro, y en la luz, libertad.
Latin
Amanecer, sombra, ámbar, lamento, pradera