En el crepúsculo dorado,
danzan sombras de pasión,
siento el ardor en tu mirada,
un fuego en mi corazón.
Los caminos se entrelazan,
como nuestras almas van,
perdidos en el manto
de un amor que no se va.
Tu risa es mi melodía,
la luna nos quiere ver,
donde el sol toca la tierra,
nuestros sueños florecer.
Caminamos entre muros,
del laberinto de la vida,
tiempos lentos, tiempos duros,
pero siempre tú y yo en la salida.
El viento susurra en mis oídos,
secretos de un amor fiel,
con cada paso que seguimos,
se dibuja nuestro papel.
Y aunque hay sombras en el camino,
tu luz siempre brillará,
como estrellas en la noche,
en este cuento de amar.
Así, en el crepúsculo ardiente,
te prometo mi verdad,
pues cautiva entre el laberinto,
nuestro amor es libertad.
Al finalizar el viaje,
con la punta del sol,
sellamos cada instante,
con un abrazo, con un rol.
Cautiva en el laberinto,
seremos eternidad.
Latin
Cautiva, laberinto, ardor, crepúsculo, sol